Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1854-1856 (Cortes Constituyentes de 1854 a 1856)
Sesión: 19 de junio de 1855
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: nº 182, 5.784 a 5.785
Tema: Subsistencia de la concesión del ferrocarril de Barcelona a Zaragoza. (Apéndice 2º., Diario núm. 174. )

El Sr. SAGASTA: Varias alusiones me ha dirigido el Sr. Figuerola refiriéndose a lo que dije de la salida del camino de Barcelona en dirección a Zaragoza, y su señoría parece que no se conforma con la explicación que di entonces. Es verdad que hay otra dirección; pero ¿por qué no se ha escogido por la empresa? Esa era la encargada de hacerlo, no yo. ¿Qué tengo yo que ver con la dirección del camino de Zaragoza a Barcelona? Si hay otra dirección, ¿por qué no la ha escogido la empresa y así no hubiera perjudicado a la de Granollers?

Ha dicho S.S., refiriéndose a lo que yo había manifestado antes, que la empresa de Zaragoza a Barcelona [5.784] no perjudica a la de Granollers. Pues yo digo que la perjudica mucho, y me extraña que se quiera hacer una ley para avenir dos empresas. Que se avengan o no se avengan esas empresas, los legisladores no deben mezclarse en esa cuestión. Esa cuestión ¿es de utilidad pública? ¿Es o no necesaria la línea de Moncada a Zaragoza como prolongación de la línea de Barcelona a Zaragoza? Evidentemente que no.

Dice S.S. que no se pueden comprar los terrenos mientras no se declare que esa línea es de utilidad pública. Pues eso no se puede declarar, porque la utilidad pública está satisfecha con la línea de Granollers.

El Sr. VICEPRESIDENTE (Portilla): Sírvase V. S. limitarse a rectificar.

El Sr. SAGASTA: Pido la palabra en contra.

El Sr. VICEPRESIDENTE (Portilla): La tiene V.S.

El Sr. SAGASTA: Iba diciendo que es imposible declarar que ese trozo de camino sea de utilidad pública, porque utilidad pública no la hay donde la obra no es necesaria; y que esa obra no es necesaria, está demostrado hasta la evidencia. Todas las necesidades del tráfico estarán completamente satisfechas con el trozo de la línea de Granollers, porque esa empresa tiene la obligación de poner todas las vías necesarias para el tráfico que se desarrolle, bien sea con la línea de Zaragoza o con otra que cruce. Pero dice S.S.:" es muy particular que vayamos a hacer cabeza de una línea a una empresa que tiene nada más que cinco leguas." Su señoría está equivocado: esa es una línea que ha de ir hasta Francia, y quiere decir que el trozo de Moncada a Barcelona no será trozo de una línea insignificante, sino de una línea hasta Francia, que es tan importante como la de Zaragoza a Barcelona.

De que la enmienda haya sido admitida por el Congreso, no tiene nadie la culpa más que la Comisión por conceder las cosas a medias, que es lo que dije antes. Si es justo que la empresa de Zaragoza a Barcelona haga el trozo de Moncada a Granollers, ¿por qué no se concede desde luego? Si no es justo, en ese caso nunca se le debe conceder. La Comisión, que veía la injusticia que había en esto y el perjuicio seguido a la línea de Granollers a Barcelona, ha creído que debía buscar un término medio, lo cual lleva siempre consigo los inconvenientes de toda transacción. La Comisión debió decir que la línea de Zaragoza a Barcelona no siguiese más que hasta Moncada, porque de aquí hasta Barcelona estaban satisfechos todos los intereses.

Opino, pues, por que se deseche la enmienda y hasta el artículo, y se diga expresamente en la ley que la línea de Barcelona a Zaragoza llegue solo hasta Moncada, porque aquí se une ya con la de Granollers a Barcelona.

Se dice que así se beneficia mucho la línea de Granollers a Barcelona; pero esto, señores, sucede en todas las líneas que se hagan, pues las unas favorecen a las otras. Hoy se hace una línea de Zaragoza a Barcelona; mañana se harán otras que empalmen con esta, y no por eso se dirá que las unas tengan derecho a los beneficios de las otras; unas y otras líneas se favorecen, y lo mismo las que se empalman que las hechas a gran distancia; así es que las líneas de Castilla, que parece que no tienen comunicación con las de Cataluña, si llegan a tener estas comunicaciones, no podrán menos de desarrollar su tráfico y favorecerse mutuamente los intereses de uno y otro país. Por lo tanto, lo que creo justo es que la línea de Zaragoza a Barcelona termine en Moncada, y quisiera que así constase en el dictamen de la Comisión. Lo que se ha dicho es que se concede a la empresa de Barcelona a Zaragoza la construcción de ese ferrocarril; pero no se ha prejuzgado la cuestión del arranque del mismo.

Ahora bien; si esta línea se ha de dividir en cuatro secciones, que se diga que la última concluya en Moncada; y contentándose la empresa de Barcelona a Zaragoza con lo que así diga el artículo, tendrá una base buena para la avenencia con la otra empresa.



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